Luego de que el presidente Gustavo Petro anunciara minutos antes de cerrar el 2022 que cinco estructuras al margen de la ley llegaron a un acuerdo con su Gobierno para entrar al cese al fuego bilateral en el marco de su política de ‘paz total’ que avanza con los diálogos y el ELN, han surgido una serie de cuestionamientos sobre las garantías de cumplimiento de esta medida.
Y es que para las festividades decembrinas algunas organizaciones armadas anunciaron un cese al fuego, pero poco después se comunicó un paro armado, ante este tipo de situaciones que se presentan con frecuencia, surge la duda: ¿Quién garantiza que estos acuerdos se cumplan?
Por esta razón, en Noticias RCN conversamos con el profesor de la Universidad Javeriana y director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), Jorge Restrepo, para conocer cuáles podrían ser las garantías de cumplimiento de cese a la violencia en el país, y principalmente en los territorios más golpeados por el accionar de estos grupos armados.
¿El acuerdo de cese al fuego se puede calificar como una acción audaz?
J. R.: Es una muy buena noticia. Sin duda el hecho de que estos grupos vayan a demostrar que van a iniciar un camino en el que pueden reducir la violencia, eventualmente dejar las armas y someterse a la justicia es una buena noticia.
De esto depende la verificación que haga las Naciones Unidas, la iglesia colombiana del monitoreo de las acciones violentas de estos grupos por parte de la sociedad civil, pero sobre todo depende también de que la fuerza pública complemente con un despliegue territorial suficiente, de manera que el control de estas regiones vuelva al Estado y se le arrebate a estos grupos armados.
¿Quién verifica el cumplimiento de los grupos armados en este acuerdo?
J. R.: La misión de Naciones Unidas en Colombia que esta verificando el cumplimiento del acuerdo de paz que tiene la experiencia del despliegue territorial y probablemente las suficientes capacidades para hacer eso, pero gran parte de esto depende de la confianza que tengas las poblaciones que están hoy en día sometidas a esos grupos con ese mecanismo de verificación, pero también, a través de los diferentes mecanismos de obtener información por parte de la iglesia católica colombiana, principalmente.
¿Cuáles podrían ser los riesgos en las regiones más golpeadas por la violencia?
J. R.: Yo diría que el principal riesgo está en aquellos grupos que no se sometieron o que no hicieron parte de este acuerdo. En algunas regiones hay todavía disputas activas de otros grupos que no hacen parte de esto o que están en un proceso de decisión o de consolidación del mando.
En regiones como el norte de Cauca, en el sur de Bolívar y en el Bajo Cauca antioqueño otros grupos pueden utilizar esta cesación de actividades criminales para hacerse el control de fuentes de rentas criminales, que van desde la extorsión, pasando por la minería ilegal y la producción de hoja de coca y de cocaína, así como el tráfico. Cuando estos grupos encuentran una oportunidad pues van a utilizar la violencia.
¿Se mantendrá el cese al fuego por el periodo de seis meses?
J. R.: Yo diría que sí porque básicamente en este caso no se trata de un cese al fuego como producto de una negociación, sino que es como el primer paso de la negociación; es decir, los grupos armados tienen que demostrar que pueden reducir la violencia, que la controlan y que tienen voluntad para avanzar en la negociación y tener beneficios en ella. Esta inversión de la ecuación puede traer unos resultados muy valiosos en materia de beneficios humanitarios para las regiones.
Fuente: https://bityl.co/GSzl