Se visitó la invasión o vereda Brisas del Sur, en el municipio de Tarazá, Bajo Cauca antioqueño. Este caserío en formación se creó hace escasos cuatro meses, poco antes de la posesión del nuevo gobierno del Presidente Gustavo Petro. Allí hay unos 1.300 ranchos que albergan a 4.350 personas, aproximadamente, y es una de las invasiones más grandes del departamento.
El predio que estas personas decidieron invadir es un terreno del Fondo de Reparación a Víctimas y como ellos aseguran, el 95% son desplazados de la violencia del Bajo Cauca o el departamento de Córdoba. Por ello, piden que como el predio es para reparar a las víctimas los dejen a ellos permanecer en el sitio.
Es el caso de una mujer de unos 40 años y quien por seguridad prefirió no revelar su nombre, dice que se ha desplazado 8 veces y hace cuatro meses le reclutaron el cuarto hijo de tan sólo 18 años.
“Solo sé que fue en la vereda San Pablo, no sé dónde está, dónde se encuentra, no sé si está bien, no sé en qué condiciones está. Yo soy madre de seis hijos, cinco varones y una niña, cuatro de ellos han sido reclutados por grupos armados al margen de la ley del ELN”.
Allí los ranchos como ellos mismos los llaman están construidos sobre un lote de 6 metros por 12 o 7 por 12, de acuerdo con el número de personas de cada familia. Muchas personas viven del jornal del día a día y pudimos evidenciar que la situación económica es muy compleja. Muchas son madres cabeza de hogar porque sus parejas las han asesinado o por otras circunstancias
“Lo que yo le pido al presidente de corazón y que vea, que no es que nosotros queramos coger esto aquí, no, solo que somos desplazados y que esto por ser para desplazados nos pertenece a nosotros, que si quiere que el venga y vea que todos estamos necesitados”, dijo la señora Yury Fernández.
Las personas invasoras ya tienen organizado y demarcado el extenso terreno con espacio para sus respectivas vías, la cancha de fútbol e incluso hasta la iglesia, por el momento las familias se resguardan de las lluvias con lonas sobre algunas estructuras de madera. Algunos de los invasores hacen peticiones que para ellos mejoraría la calidad de vida.
“Le pedimos al presidente electo que, si tiene la facilidad de permitirnos terrenos para sembrar, no sembrar cosas ilícitas, sino que sea productos para los pueblos y necesidades de nosotros mismos”, dijo uno de los habitantes.
Una mujer propuso “que nos pongan unos transformadores de invasión y que nos colaboren poniendo así sea un transformador de recarga, que, para mi humilde opinión, ni ellos pierden ni nosotros lo hacemos”.
La situación es tan compleja que inclusive, dos menores indígenas se enfermaron por el agua que estaban consumiendo de una laguna cercana. Estuvieron en cuidados intensivos en la ciudad de Medellín.
“Cuando a los niños les daba hambre, entonces le venían a dar agua de ese pantanero de la laguna. Ellos estuvieron muy graves porque aguantan mucha hambre y muchas necesidades”, contó María Elvia Gutiérrez, porque las jóvenes madres indígenas estaban en la capital antioqueña con los infantes enfermos.
Durante la reportería, Caracol Radio recibió información de que algunas de las personas que están en el caserío ya tienen vivienda en el área urbana de Tarazá u otras zonas de la subregión. Situación que fue consultada con el líder superior de la invasión, el señor César Pérez, quien negó dicha situación.
“En ese sentido eso lo desconocemos nosotros, pero si eso llega a suceder y el que esté allá tenga casa y nosotros nos demos cuenta que tiene vivienda, pues será echado hacia afuera, porque eso no lo vamos a aceptar”, recalcó.
Según la misma comunidad ninguna autoridad se ha acercado a ellos, aunque en algunos momentos les han amenazado con desalojarlos del predio, esto no ha ocurrido. Ante esta situación piden la presencia de un representante del gobierno nacional para que les titulen los predios, incluso Gustavo, dicen que no les regalen nada, proponen que les vendan cada uno de los predios a precios que puedan acceder, incluso que sean financiados.
“Aproximadamente unos cuatro meses tenemos de estar aquí en este punto, y hasta el momento solo ha venido Caracol Radio, ha sido la única alternativa que nos ha llegado, porque aquí no ha llegado ni el alcalde ni ningún funcionario”, dijo el líder.
En este territorio hay muchas personas con discapacidades físicas, que en medio de las dificultades y con sus propias manos están construyendo sus casas, por ahora de madera.
Caracol Radio le consultó a la ministra de salud Carolina Corcho, quien lideró los recientes diálogos regionales en el Bajo Cauca y al ser consultada, explicó que precisamente estos encuentros permiten escuchar a las comunidades, inclusive en estos puntos.
También tratamos de comunicarnos con las autoridades locales para conocer cuál ha sido el manejo que se le ha dado a la situación de invasiones entre ellos, el alcalde de Tarazá Mario Sierra, La secretaria de gobierno, la Personería y la inspectora y ninguna persona quiso referirse al tema.
Recordemos que Tarazá es una zona muy compleja por la fuerte presencia del Clan del Golfo. Se les consultó a los líderes si han tenido alguna dificultad con ellos o algún apoyo, y aseguraron que esas personas no les han impedido estar allí y tampoco los han intimidado por ahora.
Finalmente, en Tarazá hay otras dos invasiones, pero son predios privados y de un tamaño muy menor al referenciado en esta oportunidad. Todos citan el derecho a una vivienda digna.
Fuente: https://bityl.co/FZke