La deplorable carretera que conduce de El Bagre a Caucasia, en el Bajo Cauca antioqueño, es testigo de un cambio silencioso que revolucionará el futuro económico de esta región, rica en recursos naturales, pero azotada por la violencia, la pobreza, la extracción ilícita de oro y una ausencia evidente de Estado.
Mientras a un lado del camino, en las riberas del río Nechí, unas pocas vacas y muchas retroexcavadoras ilegales compiten por los pastos de la superficie y el oro del subsuelo, al otro lado ya comienzan a levantarse amplios cultivos de caucho.
Ese cambio en el paisaje fue posible por la apuesta de Mineros, la mayor productora de oro legal del país y que el año pasado extrajo 3,6 toneladas del metal en su producción de aluvión (en el valle del río Nechi) y socavón, con su mina La Y.
Pero ¿qué hace una minera cultivando caucho? De camino al primer cultivo de 100 hectáreas de la compañía, en cuatro fincas en jurisdicción de Zaragoza, lo explica Carlos Arturo Tamayo Zuleta , jefe de Negocios Ambientales de Mineros:
"Desde 2003, la compañía determinó que si tenía que reforestar habría que pensar en un cultivo con dimensión comercial y buena proyección en la región, tras un estudio y evaluar alternativas, el caucho fue la mejor opción", explica este ingeniero a cargo de los cultivos crecientes, una biofábrica de semillas y el proyecto de una planta industrial para procesar caucho.
Un cultivo en expansión
De esa manera, la compañía se sumó al desarrollo del cordón cauchero-cacaotero que va desde el Urabá, pasando por la Serranía de San Lucas, el sur de Córdoba y el Bajo Cauca. Así, es una de los cuatro zonas de producción de ese viscoso látex blanco en el país que ocupa 35.000 hectáreas, pero solo el 13 por ciento está en producción, según datos de la Confederación Cauchera Colombiana (ver Antecedentes).
El primer piloto de Mineros fueron 35.000 árboles sembrados desde 2004, de los cuales 12.000 comenzarán a dar producción el próximo mes y para 2014 estará en igual etapa las otras dos terceras partes. Al tiempo, ya fueron cultivadas otras 90 hectáreas en el municipio de Caucasia, como parte de las 286 hectáreas compradas por la minera en 2010 al margen de la vía entre El Bagre y Caucasia. En la misma zona se compraron este año 850 hectáreas.
A esas 1.236 hectáreas se sumarán buena parte de las 1.020 más que adquirió la empresa en el municipio vecino de Nechí, que también se destinarán a otras plantaciones maderables, tanto comerciales, como requeridas para la operación de la compañía en su mina de socavón.
Para sostener la expansión del cultivo, Mineros acondicionó desde 2005 una biofábrica de semillas de caucho, un gran vivero de propagación que al año produce 250.000 semillas asexuadas.
Las semillas crecen en hileras de centenares de bolsas negras dispuestas en amplias zonas y también son vendidas a bajo precio a otros productores de la región, que han visto el negocio redondo de largo plazo, pues cada árbol tiene una vida útil de 35 años y el cultivador tiene 15 años de utilidades netas, tras recuperar la inversión.
El jefe de Negocios Ambientales de Mineros estima que los cultivos de caucho, solo en el Bajo Cauca, ya superan las 6.000 hectáreas, unas 2.000 hectáreas más que las reportadas en esta región en el censo a diciembre de 2009.
Planta industrial para 2013
En esas condiciones, Mineros también vio un negocio rentable en la transformación de la materia prima, además de que Colombia solo produce el 4 por ciento de los 9 millones de toneladas métricas de caucho que consume, calcula la Asociación de Productores de Caucho (Procaucho).
Por eso ya están comprados los predios donde se instalará la primera planta industrial de la región y será la tercera del país, después de la que construye Procaucho en el Magdalena Medio y la que ya funciona a media marcha en el Caquetá.
"La planta ya tiene el visto bueno de la Junta Directiva, los estudios y diseños nos los entregan en septiembre para definir su capacidad de producción y su construcción total y puesta en funcionamiento tomaría unos 11 meses", revela Tamayo Zuleta.
Si se decidiera que es una planta con una capacidad de una tonelada anual de caucho seco y que procese 800 kilos diarios de látex centrifugado, la inversión ascendería a cerca de 3,5 millones de dólares (unos 6.247 millones de pesos, a precios de hoy).
Así, el negocio de Mineros, después de 38 años dedicados a la extracción de oro, se estira ahora hacia el caucho, una apuesta de largo plazo que aprovecha las bondades de una región privilegiada por sus condiciones ambientales.
No obstante, después de recorrer los sembrados de caucho de Mineros y advertir la intención de los ganaderos de la región de sumarse a ese cultivo, aún queda la duda y el desafío de que este rentable negocio agroforestal se convierta en motor económico y social de una región donde sus habitantes pobres aprendieron a vivir al día, a cualquier precio, a pesar de la riqueza natural de esta región.
Fuente: http://bit.ly/P0KVtb