No es fácil gerenciar Tarazá, un municipio que por años ha vivido de la minería informal e ilegal, también de los cultivos ilícitos y que, para colmo, arrastra una deuda de más de 30 mil millones de pesos, pero Gladys Rebeca Miguel Vides se le midió y está confiada en que al final de su mandato como alcaldesa dejará un municipio, si no boyante, por lo menos, sí con el camino despejado a la prosperidad.
Esta caucasiana profesional del área de la salud, que ya ocupó cargos públicos en la localidad, dice que Dios y la comunidad no la dejarán caer y de la mano de estas dos fuerzas cumplirá sus promesas de gobierno, que están basadas en la reactivación del campo y el mejoramiento de la economía local.
¿Por qué quiso ser alcaldesa de un municipio con tantos problemas?
“Bueno, yo fui concejala en dos periodos: de 2004 a 2007 y de 2008 a 2011, y ahí aprendí a conocer mucho el municipio, todas sus necesidades básicas insatisfechas, de vías de penetración al campo, falta de viviendas rurales, falta de proyectos productivos, porque acá la comunidad ha vivido de proyectos ilícitos, si no toda la comunidad, sí mucha parte; y también con problemas de salud, educación y como he sido bacterióloga, trabajé treinta años en el laboratorio clínico, aprendí a querer a la gente y la gente a quererme y estoy acá, para ayudar a los taraceños a mejorar la calidad de vida”.
¿Pero entonces si hay todos esos problemas, cómo los va a solucionar?
“El municipio sí tiene muchas dificultades, porque tenemos una deuda pública de $30.000 millones, estamos que nos vamos a Ley 550 y que no cumplimos la Ley 617, pero estamos evitando estas cosas, he hecho acercamientos a las entidades respectivas para ir haciendo convenios de pago”.
Los solos convenios son insuficientes, se necesitan obras concretas...
“Vemos la necesidad de que haya una verdadera revolución agropecuaria, porque el campo es el que más ha sufrido el rigor de la violencia, en este municipio tenemos más de 15 mil víctimas, la coca nos ha traído muchos perjuicios, porque acá casi todo el mundo ha vivido de la coca directa o indirectamente, algunos porque la han cultivado; otros porque vienen con dinero y van al comercio; y los comerciantes que les venden, pero ya está bueno de eso y debemos aprovechar la coyuntura del Gobierno Nacional y el Departamento, que traen proyectos productivos para sustituir coca por proyectos lícitos”.
Frente a ello ¿qué estrategias específicas hay en su plande gobierno?
“Mi Plan de Desarrollo se enfoca en hacer al sector agropecuario un gran aporte, comenzando con mejorar las vías de penetración a veredas y corregimientos, planes para viviendas rurales, pozos sépticos, acueductos veredales, mejorar la calidad de la educación, llevar brigadas de salud a veredas donde no llegan estos medios, proyectos productivos para que dejemos la coca y empecemos sembrar arroz, maíz, yuca industrial, ganadería respetuosa con el medio ambiente”.
La minería ha dejado secuelas ambientales graves, ¿qué está haciendo en ese tema concreto?
“Con Corantioquia estamos haciendo proyectos de reforestación de áreas degradadas y estamos reforestando todas las cuencas que abastecen los acueductos veredales y de los corregimientos”.
¿Sí cree que será posible formalizar la minería en el Bajo Cauca?
“Acá toda la vida hemos vivido de la minería, pero ya tenemos seis minas piloto donde nos estamos organizando para hacer un trabajo responsable, sin mercurio, y que estas aguas no se viertan a los ríos, que todas estas áreas que han sido degradadas las volvamos a reforestar”.
Aparentemente, por la región en que está y los problemas que ha tenido históricamente, no es fácil gobernar Tarazá. ¿Hasta ahora ha tenido problemas?
“Gracias a Dios mi comunidad me aprecia y me respeta, así como yo a ella, en el tiempo que llevo no he tenido el primer problema de conflicto; el principal es la economía, que no es estable, ha decaído, pero tengo fe en que vamos a salir adelante”.
Fuente: http://bit.ly/2glmXi1