Las artimañas que han usado en su contra, en lugar de alejarla de sus funciones, la han fortalecido en su propósito de gobernar el municipio de El Bagre –Bajo Cauca de Antioquia– hasta el 31 de diciembre de este año.

Ante la captura del alcalde Ángel Mesa, el partido Opción Ciudadana se vio obligado a presentar una terna para que el gobernador, Luis Pérez, eligiera al alcalde encargado. Madrigal llegó de última a la terna, sin grandes aspiraciones y con una historia personal distante de partidos políticos. La sorpresa para todos fue que justamente por no estar contaminada del entorno político de la zona, el Gobernador la escogió para “sanear la administración y alejar a los corruptos que se quieren arrimar a estorbarle en su gestión”, expresó Pérez.

Tentáculos de otro lado

Una vez posesionada como alcaldesa encargada de El Bagre, el 21 de diciembre de 2018, a María Yolima Madrigal le dijeron, según fuentes de la administración municipal, “que se limitara a firmar, que ya tenían todos los cargos organizados y que tendría que seguir las órdenes”.

El nuevo direccionamiento al parecer provenía de Sincelejo, Sucre, municipio cercano al Bajo Cauca antioqueño y lugar hasta donde los colaboradores de Yahir Acuña la trasladaron para que se entrevistara con quien sería su nuevo jefe político, quien tiene actualmente una investigación abierta por parapolítica.

Según la mandataria, un grupo de ayudantes de él comenzaron desde finales de 2018 una avanzada para imponer contratistas y servidores traídos de Sucre y del municipio antioqueño Nechí, en donde denunciaron también el paso del excongresista.

Por las regalías que recibe, El Bagre es un municipio estratégico. Se dice que a la Gobernación de Sucre aspiraría este año Acuña o su esposa, la representante a la Cámara, Milene Jarava Díaz.

Amenaza y otras maniobras

Desde los primeros días de enero, la alcaldesa Madrigal se mantuvo firme en querer gobernar con su gente y poco a poco impidió el ingreso de los hombres de Acuña a su oficina y a la administración en general. La tensión continuó y llegó a su pico máximo cuando a su conductor y escolta lo detuvieron dos hombres, le recomendaron que se fuera del pueblo y que dejara a la alcaldesa sola.

Ante la negativa del conductor, “uno de ellos respondió que entonces la solución sería pegarle un tiro y llevársela a ella”, indica el formato único de noticia criminal de la Fiscalía conocido por EL COLOMBIANO, con el cual Madrigal denunció además de este hecho, el resto de intimidaciones sufridas en un mes.

Y hay más. Hace pocos días, radicada en la Gobernación de Antioquia, apareció una carta supuestamente firmada por la mandataria en la que renunciaba al partido Opción Ciudadana y le sugería al Gobernador, “darle celeridad a la designación y nombramiento del alcalde de El Bagre”, dice la misiva.

Curiosamente, Madrigal se encontraba en la Gobernación haciendo otras diligencias cuando la llamaron a decirle que “por qué había renunciado”, lo cual ella negó y se vio obligada a notificar a las autoridades que había sido víctima de falsificación de su firma.

“Sea cierta o falsa la carta, no tiene impacto en el desempeño de sus funciones porque es la alcaldesa encargada y que renuncie a su partido no es motivo para sacarla de su cargo. Yo espero que la dejen gobernar”, señaló el gobernador Pérez.

Firmeza y convicción

Las adversidades no han aplacado sus deseos de trabajar por El Bagre, un municipio golpeado por la corrupción, por la ilegalidad y los enfrentamientos entre bandas delincuenciales. Madrigal, quien además es pastora cristiana, dijo: “me siguen los pasos y esperan que negocie con ellos. Yo no voy a renunciar, yo la tengo clara. Dios me había dicho que me iba a poner en esta situación y tengo una misión por cumplir, sanear el municipio. Tengo el respaldo de la gente”.

EL COLOMBIANO buscó en varios números telefónicos a Yahir Acuña, pero no fue posible contactarlo para conocer su opinión de estos hechos.

Fuente: http://bit.ly/2D6WDAO