Los ochenta niños y niñas de Cáceres se vistieron de cortos, lucieron uniformes nuevos de las mejores selecciones de fútbol y corrieron, gambetearon y anotaron muchos goles. No todos se llevaron las medallas del torneo, pero aprendieron valores y comportamientos para driblar el reclutamiento de los grupos armados ilegales.
Durante una semana (del 11 al 16 de mayo) los menores participaron del torneo Juega por la Vida, la campaña del Ministerio de Defensa contra ese delito que en estos días se concentró en el Bajo Cauca antioqueño, una de las regiones afectadas por el reclutamiento de menores de edad por las guerrillas y bandas criminales.
Los uniformes y colores de las selecciones representaban cualidades como tolerancia, respeto, disciplina, amistad solidaridad y responsabilidad.
El objetivo no solo era mostrar el talento para el fútbol, sino poner en práctica, en la cancha, los valores enseñados durante los partidos para respetar las reglas de juego, a los compañeros, rivales y la autoridad representada en los árbitros.
Así lo entendió bien Laura*, una niña de 11 años que fue la goleadora en la categoría femenina. La menor vive con su madre y hermanos en zona rural de Cáceres. Su padre está en prisión por múltiples delitos.
Ella contó durante los partidos que, “me gusta jugar al fútbol porque me divierto con los amigos y aprendemos a no pelear ni decirles groserías a los árbitros y hacerles caso a los técnicos”.
En la zona donde vive Laura y los demás niños y adolescentes tienen presencia las Farc y las bandas criminales, que con engaños e intimidaciones reclutan a los menores para sus filas subversivas, o en el caso de las bandas, para cobrar extorsiones, robar, instalar minas antipersonal y transportar armas y estupefacientes. También son víctimas de abusos sexuales.
Además del torneo, “las jornadas de prevención del reclutamiento ilegal de menores convocaron a cerca de tres mil personas de Cáceres y municipios vecinos”, indicó el coronel Ulises Figueredo, comandante de la Décima Primera Brigada, adscrita a la Séptima División del Ejército.
Juega por la Vida se desarrolló la semana pasada en 8 municipios del país y hace parte de la estrategia ‘Basta aquí soy libre’, que ha llegado en tres años a 187 municipios con alto riesgo de reclutamiento ilegal de menores.
El objetivo es llevar una oferta institucional de salud y educación, aprovechamiento del tiempo libre a regiones donde el conflicto ha impedido al Estado proteger a la población civil.
Fuente: http://bit.ly/1cMN6zX