El incremento de la minería ilegal es la principal causa por la cual Antioquia se ubica como el tercer departamento del país con mayor incidencia de casos de malaria, aunque no se ha presentado ninguna muerte. Así lo explicó Diego Alejandro García Londoño, subdirector de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud.
Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), en el transcurso de este año se han reportado 57.019 casos de la enfermedad al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila), de los cuales 35.946 han ocurrido en Chocó, 5.856 en Nariño y 5.010 en Antioquia.
“Los principales focos de malaria en Antioquia están en Urabá y, especialmente, el Bajo Cauca. La enfermedad es causada por las dragas que se hacen en los ríos para realizar exploración en la actividad de la minería, pues los depósitos de agua estancada facilitan la proliferación del mosquito transmisor de la malaria”, sostuvo García.
Por su parte, Armando Galeano, profesional especializado a cargo del Control de Malaria de la Gobernación de Antioquia, afirmó que ya no es posible hablar de subregiones más afectadas, sino de municipios. Anotó quela mayor cantidad de casos están específicamente en Vigía del Fuerte (Urabá) y El Bagre (Bajo Cauca).
El primero está muy relacionado con la cercanía que tiene con el Chocó, departamento con mayor presencia de la enfermedad. El segundo tiene que ver con su límite con el sur del departamento de Bolívar, donde abunda la minería ilegal, indicó.
Los municipios que le siguen son Segovia (nordeste), Zaragoza (Bajo Cauca), Remedios (nordeste) y Frontino (occidente).
En el caso de la minería ilegal, el funcionario del Ministerio de Salud agregó que muchos de los mineros viven en las zonas donde habitan los mosquitos, lo que aumenta la incidencia de la enfermedad y cuando vuelven a sus comunidades son focos para que haya proliferación de las infecciones.
Esta misma explicación la dio Tatiana Lopera, integrante del Grupo Malaria, de la Universidad de Antioquia. Dijo además que el departamento tiene condiciones particulares, no solo por el auge de la minería, sino también porque hay poblaciones alejadas y desatendidas que viven en condiciones que favorecen la transmisión de la infección y que no tienen un fácil acceso a los diagnósticos.
Sin embargo, también argumentó que una de las posibilidades que han planteado los investigadores para que Antioquia esté en el tercer lugar es que su sistema de notificación parece funcionar de forma más eficiente que en otros departamentos.
“Puede haber otros lugares con iguales condiciones, pero el sistema de información no es tan consistente y no se reportan todos los casos”, manifestó.
Para Galeano, el hecho de que Antioquia esté en el tercer lugar en número de casos de malaria no es un retroceso, puesto que hasta hace cuatro años lideraba la lista, con el 70 por ciento de los enfermos en el país. En 1995 había 81.172.
Dijo que las condiciones geográficas y climáticas del departamento también influyen mucho, por eso se presentan picos altos en épocas del Fenómeno del Niño, pues las altas temperaturas favorecen la reproducción del insecto transmisor.
Medidas para atender y prevenir
Entre tanto, para atender y prevenir la malaria, el Ministerio de Salud está llevando medicamentos a las zonas afectadas. Pese a que a principios del año hubo desabastecimiento, en este momento se cuenta con los medicamentos suficientes para activar los procesos de tratamiento, dijo García.
Galeano explicó que los medicamentos son gratuitos y que se les entregan oportunamente a los pacientes con diagnóstico.
La Gobernación también desarrolla el Programa Regular, que consiste en actividades como el control de las poblaciones de mosquitos anopheles, que transmiten la enfermedad; la fumigación de viviendas y la distribución de toldillos.
Además, cuenta con una red de diagnóstico conformada por personal voluntario, de algunas EPS y de los municipios, la cual es controlada por funcionarios de la Gobernación. Esta red diagnostica el 95 por ciento de los casos de Antioquia.
Concluyó que de todos los ciudadanos del Chocó atendidos en los últimos meses en Antioquia, cuatro fallecieron.
Es difícil encontrar una vacuna definitiva
Las medidas implementadas por el Ministerio de Salud y otras instituciones que llevan atención a las zonas afectadas se suman a la búsqueda constante que mantienen los científicos de una vacuna que logre atacar la enfermedad.
Sin embargo, es una tarea difícil, pues la malaria es compleja, ya que los parásitos que la producen tienen la capacidad de cambiar sus proteínas y antígenos, por lo cual la vacuna podría funcionar una vez, pero puede que ya no funcione en ocasiones posteriores, apuntó Tatiana Lopera, integrante del Grupo Malaria, de la Universidad de Antioquia.
Por ello, los expertos proponen que la vacuna sea una de las medidas existentes para prevenir la enfermedad, sobre todo las muertes, pero que no sea la única. Consideran que una de las acciones de prevención es que las personas conozcan los síntomas y estén atentos a ellos, para que puedan acceder a un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Otras formas de prevenir son el uso de toldillos, repelentes y ropa que cubra bien el cuerpo.
La malaria, anotó la investigadora, es un síndrome febril que transmiten mosquitos del género anopheles. Cuando una persona es picada, pueden pasar hasta dos semanas sin que se desarrollen los síntomas, pues en ese periodo el parásito se aloja en el hígado.
Después de ese tiempo los parásitos salen a la circulación sanguínea y afectan los glóbulos rojos, lo cual ocasiona los síntomas: fiebres cíclicas, escalofrío y sudoración.
Los dos tipos de malaria de mayor importancia médica son plasmodium falciparum y plasmodium vivax, la primera produce el mayor número de muertes en el mundo, las cuales ocurren principalmente en África, puntualizó.
Fuente: http://bit.ly/2bd1wJyhttp://bit.ly/2bd1wJy