Las tres bocas que abrió el río Cauca en junio de 2010 tienen a poblaciones enteras como Nechí, en Antioquia, y Ayapel, Córdoba, bajo las aguas. Carreteras desaparecidas, casas a las que tan solo se le ven los techos y propiedades completamente incomunicadas conforman el panorama, informó la agencia de noticias Colprensa.
En Ayapel hay 15.000 damnificados que no han recibido las ayudas suficientes para calmar el hambre. Familias enteras comienzan a padecer de enfermedades respiratorias porque la humedad es total. Los finqueros se han declarado en quiebra, pues cientos de animales han muerto ahogados. Lo mismo sucede con los agricultores, los arroceros reportaron la pérdida de 5.000 hectáreas sembradas de arroz.
La gente se queja por la falta de atención del Gobierno y señala que en 10 meses no se ha hecho nada por controlar al Cauca, que cambió su recorrido drásticamente y se juntó con los complejos cenagosos y caños de La Mojana.