El Niño a La Niña: ese es el ciclo climatológico por el que ha atravesado el país desde hace bastante tiempo, y este año no ha sido la excepción. Según reportes de XM, después de que en abril de 2016 los volúmenes útiles de los embalses se encontraban, aproximadamente, en 26%, un año después estos ya registran 59%.
Una de las zonas que más aportó a que se presentara esa variación positiva de 127% fue Antioquia, en donde el volumen útil de los embalses (a 16 de abril) subió cerca de ocho veces (742,95%) con respecto a la misma fecha de 2016, pues mientras este año fue el más alto (81,26%), 12 meses antes registró el nivel más bajo (9,64%).
De acuerdo con el presidente de la Cámara Colombiana de Energía, Andrés Taboada, este cambio súbito, entre otras cosas, una vez más responde a los ciclos de aproximadamente cinco años en los que se presentan en el país fuertes sequías por el fenómeno de El Niño, como la de 2016, y luego fuertes lluvias por La Niña.
“Siempre hay en un periodo de cuatro o cinco años en los que, por lo general, viene un Niño que es seco en el que los niveles de los embalses bajan, después un periodo que llueve más del promedio por una Niña o una semi Niña, y los otros dos o tres años que siguen que son promedio”, afirmó.
Cabe resaltar que el caso específico de Antioquia donde hay 10 embalses también responde a que el año pasado el embalse de Guatapé no pudo generar electricidad, por lo que el agua se quedó represada y los volúmenes que se registraron fueron significativamente bajos.
No obstante, de acuerdo con el experto, aunque el fenómeno ya es medianamente conocido, lo cierto es que el problema va un poco más allá, pues la incapacidad del país de generar reservas de energía en estos momentos de abundantes lluvias vuelve inviable la sostenibilidad de la matriz hídrica.
“En Colombia solo hay dos embalses que tienen regulación anual: Guatapé y, ahora, Hidrosogamoso. El resto, son embalses que, por más que quisieran, no tienen la capacidad de acumular agua por más de seis meses”, señaló.
Por eso mismo, por más limpio que sea el sistema, es necesario permitir la entrada de otro tipo de energía a alimentar el país, las cuales actualmente se encuentran centrada en las térmicas. No obstante, según el ingeniero ambiental Alirio Cáceres, es de vital importancia que se regule con prontitud para el ingreso de otras fuentes más a “escalas humanas”.
“No es un factor solamente el que hace que suceda , pero estamos en un periodo de abundancia de agua. Todos los riesgos se corren porque hay pluviosidad muy alta y los embalses han sido construidos con modelos matemáticos que no tienen en cuenta estos picos extremos. Por eso, se deben manejar tecnologías más simples y más a escala humana que estén más a la escucha de las dinámicas de la naturaleza, respetando los ciclos hídricos”, dijo Cáceres.
Por ahora, las lluvias parecen no acabar, pues el reporte de precipitaciones del Ideam muestra que seis departamentos (Boyacá, Antioquia, Huila, Valle del Cauca y Arauca) se encuentran en alerta roja de desastres por este motivo por lo que el nivel podría aumentar más.
Zona oriental, en la que menos varió el nivel
De acuerdo con los reportes de XM, los embalses de la zona oriental del país fueron los que menor variación a 12 meses presentaron, siendo esta de 11,82%, teniendo en cuenta que el volumen útil de las fuentes generadoras fueron 34,26% en 2016 y 38,31% en 2017. Seguida se encontró la variación de la zona central (35,92%), en la cual el nivel pasó de estar en 36,25% en abril de 2016 a 49,27% en este mismo mes de este año. El Valle sigue en la lista (155,28%), con niveles útiles de 26,16% y 66,78% en cada uno de los años, y por último, antes que Antioquia, el Caribe, (391,64%), con 13,4% en 2016 y 65,88% en 2017.
Las opiniones
Andrés Taboada
Presidente de la Cámara Colombiana de Energía
“En Colombia solo hay dos embalses que tienen regulación anual: Guatapé y, ahora, Hidrosogamoso. El resto no puede acumular agua por más de seis meses”.
Alirio Cáceres
Ingeniero ambiental
“Se deben manejar tecnologías más simples y más a escala humana que estén a la escucha de las dinámicas de la naturaleza, respetando los ciclos hídricos”.
Fuente: http://bit.ly/2oZrfip