Colombia viene cumpliendo al pie de la letra la tarea puesta para este año en erradicación forzada: arrancar 80.000 de las 169.000 hectáreas sembradas con matas de coca que fueron detectadas por Naciones Unidas durante 2018.
Cada día, los integrantes de la Fuerza Pública están eliminando, en promedio, 231 hectáreas sembradas con cultivos de uso ilícito. Entre el 1.º de enero y el 10 de octubre han erradicado 65.231, lo que equivale al 81,65 por ciento de la meta.
Esta cifra es ambivalente si se tiene en cuenta que la proyección de la resiembra está en un 35 o 40 por ciento.
Son 150 Grupos Móviles de Erradicación –civiles que apoyan a la Fuerza Pública en las operaciones de erradicación– que han facilitado que el Ejército haya arrancado 34.073 hectáreas de coca y la Policía, 31.284. De estas, 13.274 bajo la modalidad de aspersión terrestre.
La Policía priorizó los departamentos de Nariño, donde se han erradicado 13.114; Antioquia, con 8.070, y Putumayo, con 6.244.
El trabajo de la Fuerza Pública se ve torpedeado con los llamados bloqueos sociales, que son grupos de campesinos que se oponen a la erradicación y que se trasladan a los puntos de intervención para impedir la labor de los uniformados. Este año se han registrado 42 bloqueos graves, y el último cobró la vida de un militar en el Bajo Cauca.
El ministro de la Defensa, Guillermo Botero, aseguró a EL TIEMPO que la meta de erradicación se va a cumplir y hasta a superar, pero resaltó que a un costo muy elevado porque en medio de esta actividad “12 uniformados han sido asesinados durante este gobierno y 85 han resultado heridos, la gran mayoría con mutilaciones por la activación de campos minados”.
Reiteró que para salvar la vida de los uniformados “la aspersión aérea sigue siendo una opción que no puede descartarse. Y para ellos (militares y policías) también debe operar el principio de precaución”.
Fuente: http://bit.ly/32bA5KC