La ola invernal que no da tregua está llevando a la quiebra total a los campesinos de Colombia, y los del Bajo Cauca antioqueño no son la excepción. Cientos de productores, que tenían centradas sus esperanzas en el cacao, el caucho, plátano, frutales y pastos, hoy prácticamente ven como sus cultivos se enlodan por la furia de los Ríos Cauca y Nechí. Algunos de ellos le habían cerrado el paso a la cadena de los ilícitos retirándose de actividades como la raspa y reemplazándolas por actividades económicas lícitas; pero ni estos se salvaron de la arremetida del invierno; según ellos, ha sido el más voraz de los últimos 25 años.
Las lluvias van a cumplir su primer mes, y el nivel del río disminuye y aumenta de manera cíclica. El lodo aún inunda y afecta aproximadamente 100 hectáreas de cacao en la vereda la Isla de la Dulzura, del corregimiento de Guarumo, en Cáceres, conformado por 192 familias.
Preocupa igualmente que los productores de esta zona perdieron el 90 por ciento de los cultivos de frutas y el plátano, productos con los que obtenía algún ingreso para subsistir.
Por otro lado, se presenta otro tipo de situación en la vereda Tacuyarca, Cáceres, por efectos de los deslizamientos, los cuales han afectado cultivos de cacao.
En los municipios de El Bagre se vieron afectadas 135 familias. Se perdieron cultivos de cacao y caucho y 64 hectáreas de cultivos transitorios como arroz, maíz, yuca y plátano.
Mientras en los municipios de Nechi y Zaragoza se inundaron 168 hectáreas de cultivos silvopastoriles. Todas estas actividades fueron apoyadas por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Usaid, a través del programa Adam.
Fuente: http://bit.ly/hLDinL