A partir de la aprobación en la noche de este martes de la reforma al Código Penitenciario y Carcelario, el INPEC anunció que viene preparando un plan de contingencia para la salida de 10.000 internos que a la fecha permanecen en las cárceles del país. La medida busca descongestionar las prisiones y se dará a través de detenciones domiciliarias y libertad condicional.
“Tenemos un dato aproximado de 10.000 internos. En el nuevo código se aumentan los rangos de las detenciones domiciliarias y las libertades condicionales, lo que nos permitiría hacer más ágiles estas salidas. Hay muchos beneficios, pero obviamente el señor juez es quien en su potestad decidirá si otorga o no estos beneficios”, aseguró el director de la entidad, Gustavo Ricaurte.
El oficial explicó que los que salgan de las 138 prisiones administradas por el INPEC, que dirige, son aquellos que tienen la calidad de condenados, han sido juzgados por delitos menores y además tienen un registro de buena conducta durante su tiempo en la cárcel.
“Estos reclusos deberán tener buenas conductas. Tienen que haber sido condenados y no sindicados y haber cometido pequeños delitos”, aseguró.
El director de entidad carcelaria explicó que la medida no está dada para crear impunidad y que, por el contrario, generará un gran beneficio a la población de personas privada de la libertad en el país.
“Acá no habrá espacio para la impunidad o para beneficiar a quien no lo merece. Estamos realizando un plan de contingencia que nos permita facilitar estos trámites”, indicó.
Las cárceles de Colombia en la actualidad tienen un hacinamiento que supera el 58 %. Quienes padecen el flagelo no son solo los hombres, pues en prisiones femeninas también faltan cupos.