Alias “Chepe” y “Puma” nacieron en el mismo pueblo cundinamarqués, llamado Yacopí; militaron en la misma estructura paramilitar, bloque Mineros; azotaron la misma subregión, el Bajo Cauca antioqueño; compartieron el liderato de una banda narcotraficante, “los Paisas”; y terminaron su carrera criminal en la misma cárcel de Estados Unidos, con una idéntica sentencia: 19 años y seis meses de prisión.
De acuerdo con los registros de la Dirección de Justicia Transicional de la Fiscalía, Rafael Álvarez Pineda, apodado “Chepe”, apareció en el mapa delincuencial en la década de los 90, como cabecilla de nivel medio del bloque Mineros, bajo el mando del comandante Ramiro “Cuco” Vanoy.
Cuando la estructura se desmovilizó en enero de 2006 y “Cuco” fue extraditado dos años después, su subalterno lo traicionó. “Chepe” comenzó una rápida apropiación de las antiguas propiedades y negocios de su jefe, así como a involucrarse en asuntos de narcotráfico, extorsión y minería ilegal. En ese proceso fue asesinado en Cundinamarca un hijo del excomandante, Vladimir Vanoy Cifuentes.
En ese camino, a Álvarez Pineda lo acompañó su coterráneo Germán Bustos Alarcón, alias “Puma”, con quien había delinquido en su época del Mineros. Juntos, en compañía de otros antiguos miembros de las Autodefensas, como “Mono Vides” y “Víctor Caparrapo”,crearon la banda “los Paisas”, con influencia en los seis municipios del Bajo Cauca, el sur de Córdoba y redes para el tráfico de narcóticos en la Costa Atlántica.
Sus guerras contra otras bandas, como “los Urabeños” y “los Rastrojos”, disparó los homicidios, las amenazas, desplazamientos y extorsiones en la región. Los rostros de Álvarez y Bustos encabezaron las listas de los más buscados.
De acuerdo con informes policiales, “Chepe” no logró mantener su estructura cohesionada y algunos de sus mandos medios emigraron hacia “los Rastrojos”, al tiempo que varios de sus socios fueron arrestados o asesinados y creció la influencia de “los Urabeños”.
La corta vida de “los Paisas” como facción independiente terminó en 2011, cuando sus huestes se sumaron a “los Urabeños” y “Chepe” y “Puma” se convirtieron en los principales aliados de esa agrupación en el Bajo Cauca. Para esa fecha, ambos ya estaban en la mira de Estados Unidos y sobre sus cabezas pesaban órdenes de captura con fines de extradición.
Bustos Alarcón fue detenido el 24 de septiembre de 2012, cuando los Comandos Jungla lo sometieron en el corregimiento La Caucana del municipio antioqueño de Tarazá. Álvarez Pineda cayó herido de bala en un tiroteo con los mismos comandos, que lo arrestaron el 25 de agosto de 2013 en una finca de la vereda Las Frías, en la localidad de Cáceres.
Ambos fueron extraditados y sentenciados por la Corte del Distrito Sur de La Florida. El primer condenado fue “Puma”, a 19 años y seis meses de cárcel, por el cargo de “conspiración para distribuir cinco kilos o más de cocaína sabiendo que serían ilegalmente importados en Estados Unidos”, de acuerdo con la sentencia firmada el pasado mes de noviembre por el juez Federico A. Moreno (caso N°10-20554-CR).
Por el mismo cargo y por un monto similar, el juez Moreno condenó a “Chepe” en enero. Ambos fallos precisan que, una vez terminen esa pena, serán puestos a disposición de Inmigración, para su eventual deportación a Colombia. Aquí los espera la justicia colombiana, pendiente de imputarles miles de hechos por sus dos décadas en la ilegalidad.
Por ahora duermen en el Centro de Detención Federal de Miami, a la espera de que el Buró Federal de Prisiones defina su lugar de reclusión definitivo.
Fuente: http://bit.ly/1Wyjp6o