Dos hombres y dos mujeres salieron el jueves pasado de Montería con destino a Caucasia, Antioquia. Este domingo tres de ellos fueron hallados asesinados en esta localidad. Entre las víctimas se encuentra el comerciante monteriano Arnaldo Sánchez y su hija Judith Sánchez Villadiego de 27 años.
Hay una tercera persona muerta pero se desconoce su identidad. Se informó que aún no se sabe nada sobre Yosiris Martelo, amiga de la familia que viajaba con ellos.
Información aportada por familiares de las víctimas da cuenta que desde el mediodía del jueves 14 de febrero perdieron todo contacto con ellos. Los celulares estaban apagados.
Al no recibir noticias el viernes reportaron la desaparición y solo hasta el domingo recibieron la nefasta confirmación. El comerciante del mercado del sur, su hija y una tercera persona fueron hallados sin vida.
El cuerpo de Judith Sánchez, fue encontrado flotando en el río Cauca, en el sector El Ferry. El cadáver estaba maniatado y tenía señales de tortura.
Horas después fue hallado el cuerpo de Arnaldo Sánchez en zona rural de Caucasia y el de otro hombre, entre tanto es un misterio el paradero de Yosiris Martelo, quién se presume fue asesinada y su cuerpo arrojado al Cauca.
Los cadáveres rescatados fueron trasladados hasta la sede de Medicina Legal en Montería.
El vehículo Chevrolet de placas DLW 125 en el cual viajaban las tres personas fue encontrado abandonado e incinerado, cerca del corregimiento Puerto Bélgica en Cáceres, según fuentes en la zona.
El último hallazgo entregado por el Coronel Carlos Sierra, comandante de la Policía Antioquia, reveló que los tripulantes, al parecer comerciantes de la capital del departamento Córdoba, iban por una guaca ubicada entre los municipios antioqueños Cáceres y Tarazá.
“La familia informó a las autoridades que estas personas iban tras una guaca en el Bajo Cauca”, así lo dijo el Coronel quien además agregó que las autoridades aún no tienen pista del paradero de los desaparecidos. Los familiares están consternados, no se explican cómo paso esta tragedia y aseguran que ninguno de sus seres queridos había recibido amenazas.