La minería a cielo abierto ha contaminado parte de la selva con mercurio y cianuro. Expertos señalan que se necesitan 600 años para recuperar la naturaleza muerta
La minería a gran escala deja gigantescos cráteres, llenos de líquido verde por el mercurio y al cianuro que usan para separar el oro de la piedra, debido al trabajo de las retroexcavadoras que perforan huecos de hasta 30 metros de profundidad.
“Entre el bajo Cauca y el nordeste antioqueño podemos tener cerca de 35.000 hectáreas degradadas por minería. 35.000 hectáreas con diferentes hectáreas de degradación, algunos en un estado crítico, en donde difícilmente puede volverse a configurar un suelo” dijo el director de Corantioquia, Alejandro González.
La devastación ambiental es impresionante. Miles de hectáreas arrasadas, muertas y contaminadas. Sin embargo, la pregunta es: cómo llegaron las máquinas a zonas selváticas de tan difícil acceso, destruyendo todo a su paso, sin que nadie lo impidiera.
“Ha tenido injerencia de grupos armados ilegales. Llámese por el lado del narcotráfico, bandas criminales o subversión”, explicó el subdirector de Carabineros y Seguridad Rural de la Policía, coronel Héctor Enrique Páez.
No se trata sólo de la tala indiscriminada de árboles. El daño que dejan estás prácticas de minería a cielo abierto degrada la capa vegetal, la flora, la fauna y hasta el subsuelo. Por este tipo de desastre, en Colombia se habla de un pasivo ambiental que tradaría centenares de años en arreglarse.
“Eso degrada completamente el suelo porque físicamente los procesos llevan a un lavado de esos suelos para extraer de ahí el oro”, aseguró González.
No obstante, algunos mineros se encargan de recuperar los territorios que explotan.
“En la parte de atrás hay un bulldozer que viene recuperando el terreno. La política de nosotros, los pequeños mineros, es recuperar las tierras y no contaminar las aguas”, explicó el minero Fabio Builes.
Pero esto sólo tiene efecto positivo si se hace inmediatamente después de las excavaciones. “Eso no es tan sencillo, como simplemente sembrar un árbol y ya se va a recuperar la zona”, aseguró González.
En marcha hay programas ambientales de recuperación, pero aún no es suficiente. “Toda actividad humana impacta el medio ambiente. Pero la que más impacta es la minería”, dijo el presidente de la confederación nacional de mineros, Ramiro Restrepo.
En 2012, 87 minas fueron cerradas en todo el país, 209 máquinas fueron decomisadas, 781 personas detenidas, pero no es suficiente. La normatividad jurídica se ha fortalecido, pero no así las exigencias ambientales que hagan sostenible esta actividad.
Fuente: http://bit.ly/WuKTjS