Sin importar la labor que prestan, vándalos incendiaron en la tarde de este sábado dos ambulancias que fueron interceptadas en las vías de Caucasia, Bajo Cauca antioqueño.
La primera fue incinerada en cercanías de una estación de gasolina, donde los delincuentes obligaron a bajar a todo el personal médico.
El segundo hecho ocurrió en el puente Carlos Lleras Restrepo, donde hombres dijeron ser mineros y quemaron el vehículo que sería de Hospital Nuestra Señora del Carmen, de El Bagre y transportaba a una mujer en embarazo.
Posteriormente fueron vistos los implicados jugando con la camilla de este vehículo como si fuera una carretilla.
El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, señaló: “Ante operatividad y presencia estatal en el Bajo Cauca, criminales quemaron esta noche dos ambulancias. Como sociedad debemos rechazar enérgicamente, unidos, este gravísimo y cobarde atentado contra la Misión Médica que tanto le sirve a nuestra gente”.
Estos hechos no dejaron personas lesionadas, aunque sí afectaciones a la misión médica que lucha contra la violencia en esta subregión del departamento.
A esto se le adiciona que en el sector Campo Alegre, también de Caucasia, fueron quemados camiones que transportaban 3.240 canastas de huevos, equivalentes a 97.200 unidades, que llevaban este alimento desde la planta de Avinal, en el Oriente antioqueño, hacia el Bajo Cauca y el departamento de Córdoba.
Adicionalmente, los bloqueos ocasionados por el paro minero han llevado a que 15.000 hogares y 280 comercios de Zaragoza, Segovia, Tarazá, El Bagre y Cáceres, en Antioquia, y Puerto Libertador, en Córdoba, informó la empresa Surtigas.
“Es lamentable ver la situación que están padeciendo tantas familias y comerciantes de la zona, en su mayoría de escasos recursos, a causa de los bloqueos que han impedido el ingreso del gas natural y otros insumos de primera necesidad a estas poblaciones.”, indicó Santiago Mejía, gerente general de esta empresa.
Sobre el hecho también se pronunció la Asociación de Empresas Sociales del Estado de Antioquia, AESA, quienes lamentaron estos hechos ocurridos en el Bajo Cauca antioqueño y manifestaron su rechazo a cualquier ataque que se realice en contra de la Misión Médica, el personal de salud y los pacientes en general.
“Estos hechos constituyen una violación flagrante a la Misión Médica, especialmente por haber atentado contra dos vehículos esenciales para la prestación de servicios de salud y protección a la vida”.
Añadieron que reconocen el derecho de la población a realizar protestas sociales y pacíficas por las vías legítimas, “sin embargo, hacemos un llamado para que las protestas no sean un escenario propicio para violentar el derecho a la salud de las personas que necesitan atención y bienestar de los equipos y misiones médicas que prestan un servicio invaluable a la comunidad”.
Añadieron que “es necesario que la comunidad permanezca unida y proteja los equipos y al talento humano en salud que día a día expone su vida en favor de todos, como bien preciado de la sociedad. Por lo tanto, exigimos no solo respeto por nuestra labor, sino garantías que salvaguarden el bienestar y la seguridad de los pacientes por parte de las autoridades y de la comunidad”.