Unos 400 campesinos que se encontraban desde el lunes pasado en la cabecera urbana del municipio de Tarazá, decidieron levantar su protesta y abandonaron la población.
Desde ayer los labriegos retornaron al corregimiento La Caucana y otras veredas como San Miguel, Cañón de Iglesia, Guáimaro y La Unión, de donde habían llegado, informó el alcalde, Héctor Leonidas Giraldo.
El burgomaestre indicó que sin embargo, se mantendrá hasta mañana viernes el toque de queda, entre las ocho de la noche y las seis de la mañana, con el fin de prevenir alteraciones del orden público ante las movilizaciones que hay anunciadas para ese día.
Además, ayer llegaron a la población 100 hombres del escuadrón antidisturbios y las brigadas 25 y 16 del Ejército ejercen vigilancia en distintos puntos de la troncal a la costa norte para evitar bloqueos.
Para mañana hay anunciadas varias marchas como parte de la semana de la Indignación, en poblaciones como Ituango, Toledo, Briceño, Tarazá y Valdivia, por lo que las autoridades se encuentran en alerta ante eventuales alteraciones del orden público.
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