Caucasia es un municipio con una extensión total de 1.411 Kilómetros cuadrados, de los cuales el área urbana solo está comprendida en 2 Km2; y en la que, antes de Junio de 2008, es decir poco antes de que iniciaran los actos violentos; había una población estimada de 90.600 habitantes. Para la fecha de hoy el número de habitantes ha descendido gradual y notoriamente, al punto de considerarse, según comentarios populares, que más del 20% ha sido asesinada y desplazada por la misma situación de violencia.
Por las calles, avenidas y aceras del pueblo caucasiano se han visto caer un sinnúmero de cadáveres de padres, tíos, abuelos, hermanos, madres, niños y niñas, jóvenes universitarios; y hasta el mejor deportista del municipio, un jovencito de tan solo 17 años, que ya tenía en sus manos la oportunidad de crecer en su carrera profesional en ligas mayores. Todo ello para decir que, en esta guerra han sido muchos los ‘inocentes’ y tal vez, pocos los esfuerzos. Debido a que hemos tenido cientos de víctimas que convierten a esta localidad en una amenaza social donde la población civil ha pagado las consecuencias de una guerra ya anunciada.
“Mientras no seamos responsables de nuestro propio destino estaremos condenados al fracaso” (Rousseau)
Según un análisis realizado en distintas oficinas y dependencias de la Administración Municipal de Caucasia, además de oficinas de flujo y manejo permanente de público en el municipio (secretaría de educación, oficina del sisben, inspección de policía, industria y comercio y oficinas de arredramientos), sobre las consecuencias de la guerra de las bandas criminales en algunos sectores como la economía, el impacto social y sicológico, el desplazamiento forzado, el nivel cultural, entre otros; hoy por hoy determinan que Caucasia atraviesa una época del Narco-Paramilitarismo nunca antes vivida en esa dimensión violenta. Y que ha convertido al municipio en un llamado “Pueblo Fantasma”.
En Caucasia la situación no parece cambiar. Cada día hay menos oportunidades de empleo, menos gente, menos empresas; pero si se incrementa el miedo, los muertos, el desempleo, la pobreza, el terror; y no en vano, las “fuerzas sicariales” se fortalecen. Cada día más jóvenes entre los 15 a 18 años se dedican a formarse para obtener las habilidades de un sicario. ¿Serán falta de oportunidades?¿será falta de inversión social?¿será ganas de poder?¿o será curiosidad?; las respuestas están abiertas a la discusión. Lo único posiblemente cierto y que está a la orden del día, es que por solo 100 ó 200 mil pesos (como lo han anunciado las autoridades policiales en distintas ocasiones) niños y jóvenes nuestros deciden acabar con vidas y hasta con el mismo pueblo.
Tal vez se necesite más inversión tanto del municipio como del departamento, más ganas de trabajar por el fortalecimiento y el cambio de la región, más oportunidades de formación, gestión y compromiso tanto de las autoridades como de las directivas municipales, para que así ésta tierra tome fuerza, restablezca la economía y consiga confianza, paz y tranquilidad.
Según el análisis logrado, en el tema del desplazamiento forzado e ‘invisible’, como le llaman algunos conocedores del tema; el municipio de Caucasia en el año anterior(2009), estableció que más de un millar de familias se han tenido que desplazar a otros lugares del país; con mayor incidencia en los municipio de Bello, Itagüí, Medellín y a la ciudad de Montería. Situación a la cual no se le ha prestado la debida atención por parte del Gobierno Municipal, Departamental y Nacional.
De una forma tal vez contradictoria, a Caucasia han llegado 254 familias desplazadas de diferentes partes del país durante el año 2009. En referencia a la zona rural del municipio llegaron cinco familias del corregimiento de Cacerí, uno de los caseríos más atropellados y desalojados debido al accionar de las bandas criminales; donde más frecuente alias los “rastrojos” y alias “los paisas” comandados al parecer por alias “Sebastián”, han ocasionado tal situación.
A la fecha de hoy hay en Caucasia 8 mil personas desplazadas de diferentes lugares de Colombia que se han radicado en este municipio en los últimos años a pesar del contexto, y cuentan con cuatro asociaciones de desplazados aproximadamente.
Opiniones de algunas oficinas que participaron del análisis.
SISBEN: En el 2009 llegaron más de mil solicitudes de retiro para traslados a otros municipios o ciudades del país debido a la ola de desplazamiento, con el fin de ser ingresados en la base de datos nacional del sisben y poder comenzar los trámites pertinentes para las ayudas y la atención a la población desplazada. En consecuencia de las múltiples amenazas y el terrorismo vivido en el municipio.
Sin embrago, y de una forma contradictoria, han llegado a esta dependencia del sisben multitudes de personas de otros lugares del país para que los incluyan en la base de datos del sistema del municipio cosa que parece inexplicable.
INSPECCIÓN DE POLICÍA: Durante 2009, la oficina de inspección de policía realizó un número mayor a cien permisos de trasteo hacia otros lugares de Colombia. Familias que deciden marcharse en busca de refugio y estabilidad laboral ya que Caucasia, en el momento, no muestra la mejor garantía de seguridad económica y de orden publico para los habitantes.
INDUSTRIA Y COMERCIO: según la oficina de la Tesorería Municipal, La situación económica en el municipio no es la mejor ya que en los tres últimos meses se ha visto a “gatas” para completar el pago nominal de los empleados municipales. “incluso de lo corrido de este mes de febrero aún no se han cancelado los sueldo del mes de enero, a raíz de que el recaudo de industria y comercio y el de impuesto predial no ha sido el mejor por la crisis económica del municipio.” afirma Braulio Suárez, Tesorero Municipal.
En solo 2009, ciento ochenta comerciantes cancelaron la matricula de industria y comercio por motivo de quiebra, desplazamiento, extorción y otros que, a causa de este conflicto del Narco-Paramilitarismo, han surgido.
AGENCIAS DE ARRENDAMIENTOS: las agencias de arrendamientos han sido en esa misma medida afectadas notoriamente. La agencia de arrendamientos con mayor reconocimiento en la localidad, por ser la que posee el mayor número de propiedades registradas, asegura que el incremento de los inmuebles es excesivo; puesto que comerciantes se han tenido que ir y entregar sus propiedades para que se las administren las agencias bajando el canon de arrendamiento, todo ello debido a la crisis. Por ejemplo, una casa en un barrio de estrato tres en el sector del triangulo vale 800 mil pesos, pues ahora cuesta 650 mil pesos.
El problema puntual para el propietario y para la agencia no solo parece ser el descenso de valor en la propiedad sino en poder arrendar la vivienda y los locales, pues hay sobre oferta y no hay quien arrende.
EDUCACIÓN: En el sector educativo también llego la crisis del terrorismo. Durante el año de 2009, en solo colegios oficiales, salieron 1.495 alumnos como desertores. Doscientos veinte y dos de ellos, todos jóvenes partieron por amenazas, otros siete fueron asesinados y heridos, 91 padres de familias muertos y trece madres de familias también asesinadas. De otro lado 26 educadores se fueron por amenazas y tres más han partido en lo que llevamos corrido de este 2010.
También, hay 13 docentes que actualmente se encuentran enfermos de estrés, depresión y delirio de persecución a raíz de la situación de violencia.
Pero lo más preocupante para las autoridades educativas es la zona rural, donde hay un déficit evidente de estudiantes. Mientras el año anterior cacerí tenían 250 alumnos hoy cuenta con 180 y Margento con 600 (el año anterior) ahora hay solo 500 jóvenes estudiando.
COMERCIO: El comercio de Caucasia es uno de los sectores evidentemente más atropellados a raíz de las amenazas, extorción y terrorismo. Hoy en la llamada zona rosa del municipio, logran sobrevivir pocos comerciantes que hasta el momento luchan para sostenerse en la soledad. Muchos han tenido que irse y otros han sido asesinados.
De la misma forma, pasa con el sector del centro del pueblo donde se concentra la mayoría del comercio, en los cuales se han tenido que despedir empleados, mermar gastos y hasta cerrar temprano sus locales por la inseguridad. Las autoridades permanecen patrullando en las calles pero no deja de faltar la zozobra en los comerciantes.
Autor: Leiderman Ortiz Berrio