Aunque los colombianos no son grandes emisores de gases de efecto invernadero, sobre sus cuellos se levanta el hacha de la deforestación.
Sólo 1,4 toneladas de esos gases emite cada nacional, frente a 20 de cada estadounidense y 4 en promedio de los habitantes del mundo. "Acá lo más grave es la deforestación", opinó Óscar Mesa Sánchez, investigador de la Universidad Nacional y ex director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá.
En el marco del I Ciclo de Jornadas Técnicas de la Cátedra del Agua y bajo el marco de las Alteraciones Climáticas e Impactos sobre el Recurso Hídrico, Mesa Sánchez presentó algunas preocupaciones frente a la problemática del cambio climático tras la reunión de Copenhague y la contribución colombiana.
La pérdida de selva amazónica es una amenaza.
En Dinamarca se esperaba un acuerdo para reducir las emisiones de gases de 30.000 gigatoneladas a 5.000 en 2050 para estabilizar el clima, no para revertir lo que se ha desbarajustado, algo que no se logró.
En el mundo se viven con mayor frecuencia los eventos climáticos extremos, disparados desde los años 90.
Para enfrentar la situación se deben tomar medidas de prevención y planificar el territorio. Esto no se da aún porque los políticos tienen poca capacidad de reacción frente al tema y aún no hay conciencia del mismo.
Y si bien Colombia sufrirá con este panorama situaciones llamativas como la desaparición de los glaciares, hay algo que le preocupa más.
El nivel del mar por el derretimiento del hielo continental. El cuarto reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático indicaba que podría subir 40 centímetros a 2100, pero un estudio de Martin Vermeer el año pasado sugiere que aumentará de 100 a 140 centímetros.
La temperatura en la Antártida ha subido 0,25 grados en varias zonas, como la región occidental.
De 1950 a 2007 se presentaron 10 fenómenos de El Niño, 3 de ellos fuertes y 4 moderados, como el actual del ciclo 2009-2010 que aún no termina, según un estudio de José Edgar Montenegro presentado por Carlos Orlando Lemus del Ideam Antioquia en el ciclo cumplido en la Universidad de Medellín.
Este fenómeno tiene incidencia clara sobre las precipitaciones y en Colombia la influencia sobre los cultivos ha sido dramática, dijo.
En apenas 26 años, por razones climáticas la productividad agrícola disminuyó un 5 por ciento.
En el intenso Niño de 1997, 190 municipios colombianos sufrieron escasez de agua. Y aunque el fenómeno responde a la variabilidad climática habitual del planeta, parece se presenta con mayor frecuencia ahora.
Colombia no está protegida contra el cambio climático, se concluye de este Ciclo liderado por la Cátedra del Agua del Centro de Ciencia y Tecnología de Antioquia.
Fuente: http://bit.ly/2hPDoCW