Construyen universidad para los mineros del bajo cauca antioqueño

En 40.000 metros cuadrados está puesta la esperanza de formalización de más de 8.000 mineros en Antioquia en los próximos dos años.

Ese espacio físico, a 332 kilómetros de Medellín, en la región del Bajo Cauca albergará, en tres meses, el primer Centro de Formación Minero Ambiental del país (CFMA), la estrategia con que el gobernador Sergio Fajardo busca enfrentar la creciente minería informal.

Se trata de un ambicioso proyecto de 13.000 millones de pesos de inversión en una alianza entre el Gobierno seccional, el Sena y la empresa Mineros S.A., para ofrecer carreras técnicas y tecnológicas en labores concernientes al oficio de la minería.

La sede del CFMA es El Bagre, primer municipio productor de oro de Antioquia y desde donde operan más de 60 por ciento de las 1.664 unidades mineras informales del departamento.

Para el gobernador Fajardo, ese espacio de formación académica en el que en unos años esperan graduar profesionales universitarios, es una apuesta por la educación junto a la estrategia de Parque Educativos.

“Con el CFMA se podrá mirar la minería con una perspectiva diferente”, enfatizó Fajardo, en tanto añadió que con la educación se puede llegar a crear una nueva generación minera en el país.

En Antioquia la minería se desarrolla principalmente en las regiones del Bajo Cauca y el Nordeste, que serán las impactadas con el centro de Formación. Sin embargo, otras zonas del departamento como la occidental y la Cuenca del Sinifaná, en el suroeste, también evidencian problemáticas sociales asociadas a la minería.

Según Juan Carlos Loaiza, director de fomento minero del departamento, para sacar adelante el proyecto cuentan con la cooperación del gobierno australiano y del canadiense, con el cual buscan certificar una pista de entrenamiento.

“Habrá un laboratorio en el que trabajarán temas como por ejemplo la extracción de oro sin utilizar el mercurio. Hoy con esa técnica recuperan el 50 por ciento del oro; el otro 50 se está yendo. Lo que queremos es que vean que se puede ser responsable y obtener más productividad”, dijo Loaiza.

Para las autoridades regionales la extracción del oro con mercurio es la responsable del más grande daño ambiental en el Bajo Cauca. De hecho, reportan que en esa zona hay un pasivo de 45.000 hectáreas devastadas por la minería.

Actualmente la Gobernación busca recuperar al menos 1.000 de esas.

“Son desiertos y ver en seis meses árboles creciendo es algo emocionante”, apuntó Loaiza.

Recientemente 34 mineros del Bajo Cauca fueron graduados en buenas prácticas como parte de esos programas para evitar el mercurio. Se llaman Biored y los auspicia agencia Usaid.

Germán Díaz, quien trabaja en una mina de oro en el sector Yarumo, de Cáceres, es uno de los beneficiados. Aseveró que han reducido el uso del mercurio a la mínima cantidad. Antes –agregó– manejaban entre 4 y 5 libras y hoy una quinta parte de una libra.

"Hay que cuidar el medio ambiente porque es allí donde habitamos y si lo contaminamos nos estamos matando nosotros”, afirmó Díaz.

Al tiempo con Biored, que espera graduar a final de año otros 100 trabajadores, 17 unidades mineras pudieron salir de la informalidad gracias a un programa piloto de la Gobernación.

 

Un minero profesional

Con el Centro de Formación Minero Ambiental y los programas de formalización, la Administración departamental busca que las personas que trabajan en ese sector den un primer paso para adquirir un título profesional y, de paso, que adquieran condiciones técnicas, administrativas y financieras para que la unidad minera pueda soportar las obligaciones que se le vienen cuando estén legalizados.

Esto es una función del mediano y largo plazo. Por eso pedimos vigencias futuras. De cara al ‘boom’ de la minería, no todos se podrán legalizar. Por eso proponemos a muchos a que creen empresas de encadenamiento que ofrezcan servicios", acotó Juan Carlos Loaiza, director de Fomento Minero.

Fuente: http://bit.ly/1sfsipF

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