El juez Segundo Promiscuo Municipal de Caucasia, Jairo de Jesús Mathieu, tuvo que irse del municipio luego de la polémica decisión.
Tres días después de la controvertida decisión de rechazar la legalización de la captura de Ángel de Jesús Pacheco, alias 'Pantera', jefe de sicarios de la banda 'los Paisas', el juez Segundo Promiscuo Municipal de Caucasia, Jairo de Jesús Mathieu, tomó a su familia, recogió lo que pudo y salió "a las volandas" de ese municipio.
El campanazo que lo alertó de que si se quedaba podía pasarles algo a él o los suyos sonó el martes 22 de junio por la mañana, en la sede judicial de ese municipio, que es como la capital del Bajo Cauca antioqueño y que ha sufrido una aguda violencia por cuenta de la lucha entre bandas ligadas al narcotráfico, como 'los Paisas', 'los Rastrojos' y 'los Urabeños'.
Dos hombres abordaron a un abogado que salía de la sala de audiencias y le preguntaron por Gladys, la pareja del juez, con quien tiene una hija de 2 años, y por una sobrina que también es empleada judicial. Averiguaban, incluso, detalles como la cédula, su número de celular y dirección de residencia.
"Él les dijo que, casualmente, era la que estaba saliendo, a su lado, y entonces le explicaron a ella que era para ver qué estaba haciendo el doctor, se hicieron los locos y salieron", relató Mathieu.
El juez estaba disfrutando de un compensatorio por haber trabajado en la jornada electoral y se dio cuenta al mediodía, cuando su pareja llegó visiblemente descompuesta.
Sólo se demoró una hora en organizar la huida: llamó al director local del CTI, quien llegó a la casa y a su vez se comunicó con su jefa en Medellín; mientras tanto, doña Gladys llenaba las maletas.
La pareja, acompañada por la hija de ambos y el hijo de ella, de 19 años, tomaron camino escoltados por dos carros blindados por la troncal que comunica a la costa con la capital antioqueña. Y en Yarumal, dos carros que llegaronde Medellín los llevaron hasta el destino final.
Perdió la tranquilidad
Hoy, lo que más lamenta el juez Mathieu es haber perdido la tranquilidad que tenía en Caucasia, porque si bien durante el primer semestre hubo más de 30 atentados con granadas y petardos contra casas y negocios, a él como empleado judicial no lo habían tocado ni amenazado -dice-, no obstante que era pan de cada día la judicialización de integrantes de grupos al margen de la ley.
Y asegura que a diario salía con sus compañeros de oficina, sin necesidad de escoltas, a tomarse un tinto en el quiosco que queda afuera de su sede, sólo con la precaución de no dar la espalda, como recomiendan los manuales de seguridad. También asegura que mercaba y salía por las calles al estilo de cualquier parroquiano.
Lo otro que lo atormenta es haber salido por la puerta de atrás para irse a rodar por Medellín, mientras que el Consejo Seccional de la Judicatura decide qué hacer con él y con su esposa, que está hecha un manojo de nervios.
El nombramiento de Matheu como juez en esta ciudad ya estaba aprobado, pero dice que, curiosamente, se congeló. "Ahora mismo soy un desplazado judicial -afirma- y espero que mis superiores me ayuden a solucionar este problema, porque yo a Caucasia no vuelvo más".
El juez no duda de que los hechos que motivaron su salida y su actual situación tienen que ver con el juicio emitido por el presidente Álvaro Uribe.
El sábado 19 de junio, poco antes del mediodía, Uribe estaba en Amagá reunido con los familiares de los 73 fallecidos en la mina San Fernando, e interrumpió abruptamente su intervención para manifestar su molestia porque estaban a punto de dejar libre a Pacheco, su novia y a seis personas más que habían sido capturadas en la madrugada en la hacienda Mónaco, en límites de Nechí y Caucasia.
Pacheco fue señalado como autor intelectual de varias masacres en El Bagre y Nechí (Antioquia), y de ordenar secuestros, extorsiones y ataques con granadas que tienen atemorizada a Caucasia, según dijo entonces el coronel Édgar Pico, comandante del Batallón Especial Energético y Vial No. 5 del Ejército.
No escuchó a Uribe
A las cuatro de la tarde, la hora en que se pronunció el juez, ni siquiera sabía de las palabras de Uribe, pero en los días posteriores lo escuchó refiriéndose a que él había prevaricado por miedo o porque le habían ofrecido plata.
"Yo no he prevaricado en ningún momento y nadie me ha dado dinero por tomar una decisión de esas, tanto así que el fiscal apeló y el 28 (de junio) la Juez Penal del Circuito de Caucasia confirmó mi decisión", se defiende.
Advierte que la captura de 'Pantera' estaba viciada debido a que el Ejército no se hizo acompañar en el procedimiento por un fiscal, e insiste en que ese mismo concepto lo secundó su superiora del Circuito. "Lo máximo que podían hacer ellos era acompañar a la Policía Judicial y todo el que sabe de derecho sabe que el Ejército nacional no tiene funciones de Policía Judicial".
Al día siguiente, el juez emitió otra orden de captura contra 'Pantera', pero no por concierto para delinquir, sino por el homicidio de una joven de 17 años, ocurrido en el 2008.
Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/habla-el-juez-que-dejo-libre-a-alias-pantera_7787689-1